Canal du Midi 2011
El Canal de los dos Mares – Canal du Midi y Canal Lateral del Garona
195 km. por el Canal Lateral del Garona más 234 por el Canal du Midi conforman el Canal de los Dos Mares por unir para la navegación el Atlántico con el Mediterráneo.
El Canal de los dos Mares – Canal du Midi y Canal Lateral del Garona
195 km. por el Canal Lateral del Garona más 234 por el Canal du Midi conforman el Canal de los Dos Mares por unir para la navegación el Atlántico con el Mediterráneo.
Tiene dos partes bien diferenciadas. La primera la que parte de Buerdeaux hasta Toulouse y que está completamente asfaltada y la segunda, de Toulouse hasta Agde ya en el Mediterráneo y que es de tierra y con frecuencia, tiene la forma de senda estrecha. Esta segunda parte, es mucho más deportiva pues hay que estar muy pendiente de llevar la bicicleta por la senda, ir evitando las raices de los plataneros y cuidar de no caerse al canal.
En el primer trayecto, en el que está asfaltado, es más monótono pero también se puede disfrutar observando el paisaje de viñedos, grandes extensiones de manzanas y melocotones, (por cierto que muy buenos) maiz y todo ello combinado con las esclusas, los puertos de yates pero sobre todo impregnado de esa paz y esa tranquilidad que yo solo he sentido en las riberas de los rios de las mañanas de verano y con los numerosos chateaus franceses vigilantes, como para que nadie cambie o altere la paz del Alto Garonna.
Salí a las cinco de la tarde, hora torera, de la Gare de Saint-Jean de Burdeaux y en cuatro dias me presenté en Toulouse. Importante; a la salida de la estación, coger inmediatamente el carril-bici que hay saliendo de la gare a la derecha y cruzar la ria para a continuación coger el carril bici que va por la izquierda de la ria y que lleva hasta el Sauveterre de Guyenne. Son como unos 55 km. y desde aqui, por un camino de tierra ir hasta Fontet para coger el canal que ya no se dejará hasta llegar al Mediterráneo.
Merece la pena, dedicar una mañana a hacer un poco de turismo en Agen y un dia entero a la ciudad de Toulouse. En esta última ciudad, hay numerosas posibilidades de turismo y no es dificil comunicarse en castellano, pues la llegada de 20000 republicanos españoles al final de la guerra, dejaron su huella con sus ideas abiertas, tolerantes y libres como son las ideas republicanas. Si quieren saber…como sería hoy España si hubiera triunfado la República…vayan a Toulouse y encontraran numerosas pistas…
Recomiendo visitar las instalaciones de la fábrica de aviones Airbus donde ensamblan el avion más grande del mundo; el A-380. muy interesante. De todas formas, mi relación con las ciudades es extraña porque siento que por una parte me llaman y por la otra, cuando llego, me siento perdido, solo y deseando volver a la ruta. Tomarme una cerveza en la terraza de la plaza mas importante de la ciudad, mientras observo la riqueza multicultural que le dan a la ciudad sus gentes, es para mi muy reconfortable.
Retomando de nuevo el canal, compartí ruta e interesantes conversaciones con Agustín hasta la ciudad de Castelnaudary, donde comimos y nos despedimos, pues él dio por finalizada su aventura.
Paradojas de la vida, han echo que lo que empezó siendo hace muchos años, esta forma de viajar en bicicleta la única posibilidad de tener vacaciones, por circunstancias económicas concretas, ha acabado siendo para mi, mi forma de entender las vacaciones donde por las tardes, cansado y acampado a la orilla de un lago, de un rio o en pleno campo, el silencio y la quietud solo se vean alterados por el canto de los grillos y las palomas y donde lo único que se mueve, son las pequeñas olas que hacen los patos en el agua.
Este año, he pedaleado por las tierras donde nació el vino y los castillos vigilan sus viñas. Y una vez más, desde la bicicleta he observado que existe el gusto francés y que que se manifiestqa en todo lo que hacen, en sus casas y en la forma de trabajar sus campos, en su forma de vivir y de divertirse. en su gastronomia y en la forma que transmiten su cultura e historia. hasta en sus panes y croasanes, existe el gusto francés.
Nunca había visto tanto yate y tanta esclusa, tanto pescador en la orilla del canal y tanto puesto de venta en los rastros que encontraba por los pueblos que pasaba.
La segunda parete del trayecto, la hice en tres etapas; la 1ª de Toulouse hasta Carcassonne, la 2ª de Carcassonne hasta Capestang y la 3ª desde Capestang hasta Agde. Trayecto como dije antes, de tierra, mayormente de senda estrecha y con el cuerpo cada vez más cansado y deseando una gran tormenta para poner a prueba mi superchubasquero en el que había invertido un pastón. finalmente cayo un pequeño txirimiri o pequeña lluvia fina con el que me hubiera sobrado cualquier pequeña capa de plastico.
A partir de Carcassonne, ya intuia que el Mediterráneo estaba cerca e incoscientemente iva mas deprisa porque tambien tenia ganas de acabar. Y una vez más, cuando se acaba la magia de la ruta y aunque haya llegado a uno de esos paraisos franceses donde todo el mundo está de vacaciones y parece feliz…yo ya solo pienso en montarme en el tren y volver a mi Antsoain, volver a Euskal Herria.
CONSIDERACIONES VARIAS PARA UNA AVENTURA POR EL CANAL
Lo primero, llevar lo mínimo y nos soprenderiamos lo poco que hace falta para una aventura que requiere una semana de tiempo. Una tienda de campaña como de 2 kilos, una esterilla de aire que se recoga en muy poco espacio, un saco de dormir idem y ningun utensillo de cocinar, pues son numerosas las opciones de comer bien y barato en Francia, sobre todo con las comidas elaboradas que venden en las charcuterias.
En cuanto a las mudas, mejor llevar aquellas que están en el cajón y usamos muy poco…y para darle el último uso. No merece la pena lavar la ropa, pues en los rastros de los pueblos y por dos euros encontramos camisas o poleras que no están nada mal.
Los campings municipales están muy bién y solo valen como 6 euros pero, no tienen supermercado y tampoco bar-restaurante. Los privados, valen entre 15 y 20 euros y aunque tienen buenos servicios, antes de las doce de la noche, no puedes dormir por las fiestas que acostumbran a hacer.
Siempre llevo como un complemento mas de la tienda de campaña, un pequeño trípode que hace como de banqueta y viene muy bien y como calzado, solo unas sandallas abiertas con las que también me ducho. También es importante llevar el móvil al que previamente lo desconecto de mi operadora al cruzar la frontera para no tener sorpresas en la factura. En los campings y bares que tienen wifi, las cervezas saben mejor.
También existe la opción de los hoteles económicos en torno a los 50 euros y que no está nada mal. Yo los utilicé en Toulouse y Agde.
En difinitiva, una aventura ideal para el verano por ser un trayecto que mayormente transcurre por la sombra, todos los dias son diferentes y abierto a cualquier persona de cualquier condicion fisica.