PASSAU/VIENA, 350 km. En bicicleta por el danubio
Acabo de llegar de Viena después de vivir la experiencia de recorrer en bicicleta 350 kilómetros río abajo, por la orilla del Danubio en un trayecto que va desde Passau (Alemania) hasta Viena.
Se trata de un breve tramo de la ruta bicicletera mas popular de toda Europa y que empieza en la Selva Negra Alemana para desembocar en el mar negro, como unos 2800 kilómetros de recorrido. El recorrido ideal para todo amante de la bicicleta, tenga la edad que tenga y con la condición física que tenga.. En cuadrilla, en familia o como en mi caso solo y sin tener ni idea de alemán e ingles.
Contraté el paquete turístico en la agencia de viajes Ezkaba de la Txantrea, una oferta turística ofrecida por la agencia Viatges alemany y a los que les tengo que dar la nota de 7 y mas adelante explicare porque no les doy la nota de diez.
Salí de Bilbao en dirección a Viena donde pasé la primera noche en un hotel que por suerte estaba a la salida de una estación del metro. Al día siguiente, en metro, fui a la estación de tren de Wuestanfhor y desde aquí hasta la ciudad de Passau en tres horas llegando como a las tres de la tarde. Me alojé en el hotel Weisser Hase donde me dieron la guía bicicletera hasta Viena, amplia documentación de los lugares por los que iba a pasar, una pequeña mochila para el manillar de la bici, el vale para retirar al día siguiente a las ocho de la mañana la bici en un local al lado de la estación de Passau y los vales para los hoteles del trayecto. Por ahora un diez para la organización.
En el día 1 del trayecto, me levante a las siete de la mañana, y primera sorpresa guay; un desayuno de esos de buffet donde no sabia por donde empezar, pues había de todo y todo rico, rico. Cafés, zumos, cereales, embutidos, toda clase de panecillos y hasta pochas si a uno le apetecía. Fui a por la bicicleta que por cierto, muy buena y a las ocho comencé la aventura.
DIA 1) Passau/ Aschach. 85 kilómetros.
Salí con fuerza y pletórico pues el paisaje era espectacular, hacia un día muy bueno y una suave brisa estaba a mi favor. Comencé a ver lo que iba a ser ya habitual a lo largo de los 350 kilómetros hasta Viena: grandes barcos como hoteles y/o restaurantes que subían y bajaban por el Danubio. Hay que decir que el río es espectacular. Como unos 500 metros de ancho, con carriles bici a los dos lados aunque en dos ocasiones había trasbordadores que te obligaban a pasar a la otra orilla, pagando dos euros, pues por dificultades geográficas no se podía seguir. Es importante elegir el lado del río por el que bajar en función del lado en que se encuentre el hotel. En el tramo de este día, el rió pasa por un valle donde cada vez se estrecha mas, los meandros son espectaculares y el camino va al lado de un bosque y ojo al dato, que hay lugares donde tomarse una rica cerveza es como tocar con los dedos …a….la gloria. Impresionante trayecto, impresionante documento. Salí según se baja por el lado izquierdo hasta Schlogen, pasé en trasbordador al lado derecho y al llegar a Aschach tuve que pasar al lado izquierdo donde tenia el hotel y tuve que subir una cuesta del copon. Un punto menos para la organización.
DIA 2) Aschach/Grein, 82 kilómetros.
En este trayecto, el valle se ensancha, aparecen los cisnes, los patos y los jubilados pescando tranquilamente. Tranquilidad total aunque los patos, con sus patitas hacían como unas pequeñas olitas muy bonitas. Este día, paso por una ciudad importante, Linz, donde sus gentes tenían por costumbre salir a pasear a buen ritmo y con los bastones que se suelen usar para esquiar. Pero este día, también paso por un lugar trágicamente célebre, un lugar al que hay que ir y conocer insitu los horrores del fascismo. Estoy hablando del campo de concentración nacionalsocialista de Mauthausen. Una huida precipitada de los nazis en la noche del 5 de Mayo de 1945, hizo que sus instalaciones quedaran intactas y a fecha de hoy, ahí están las cámaras de gas, lo crematorios, las escaleras de la muerte…..¡ 8.000 republicanos españoles fueron asesinados y mas de 150.000 seres humanos exterminados!! “ España estuvo aquí” (LA ESPAÑA REPUBLICANA) decía un graffiti escrito en la pared de uno de los barracones y yo reafirmé, aquí en Mauthausen, mis convicciones republicanas e hice míos los sueños por los que lucharon y les quitaron la vida. Sueños de un mundo mejor y que todos tengamos las mismas oportunidades de estudiar, de trabajar, de sanar, de conseguir una casa. Que todo el mundo pueda vivir de su trabajo y que no haya jetas que vivan como reyes del presupuesto público. Muy importante hacer el recorrido que hacían los presos del campo a la cantera por las escaleras de la muerte.
Este día terminé la jornada en Grein y cuando creí que ya había llegado al pueblo, resulto que el hotel estaba a …18 kilómetros y encima cuesta arriba.!!! Una ancianita que comprendió mi angustia, tuvo la gentileza de llamar por teléfono al hotel para que vinieran a buscarme y yo casi me la como a besos. ¡ dos puntos menos para la agencia!!!!
DIA 3) Grein/ krems 87 km.
Este día hizo mucho calor y no paraba de beber. Una ciudad muy importante, Melt donde hay una importante abadía y pueblo muy turístico. Después campos de maíz y al final del día un importante valle lleno de viñas y pequeños pueblos muy coquetos. Salí de Grein por la izquierda hasta Melt donde pase a la derecha y hasta Krems. El cuerpo se me iba haciendo al ritmo y cada vez hacía antes “la tarea del día”
DIA 4) Krems/ Viena.
El día que llego a Viena y siento que ya tengo ganas de llegar porque cada vez pedaleo con mas fuerza. Tengo que decir también que fue el día que mas pesado se me hizo por tener todo el día como el aire en contra. Había previsto, y fue un gran acierto, entrar en Viena por el lado izquierdo, pues me permitía pasar a un carril para bicis que hay en un parque lineal en el centro del Danubio y que prácticamente recorre todo Viena. Me ahorré el agobio y la presión de los accesos a una gran ciudad y solo tuve que estar pendiente del puente por el que accedí a la ciudad y me llevara al hotel que por suerte estaba cerca. Llegué alas tres de la tarde, me duché y queriendo aprovechar el tiempo, fui al centro. Mucho calor y muy cansado me encontraba y decidí que para disfrutar mas de Viena, tenía que descansar y al día siguiente dedicarle todo el día. Me levante como todos los días a las siete, desayuno y para las ocho ya estaba en el centro. Hice un recorrido por la Viena de su pasado imperial, por su mercado exótico de productos y restaurantes de todo el mundo y diré que lo mejor fue la siesta en unos jardines imperiales. Volví a las nueve de la noche, justo cuando comenzaba una gran tormenta. Una tremenda tormenta. Al día siguiente salí para Bilbao.