30 años después y nos volvimos a sentar en la mesa. Como rindiendo un homenaje a aquellas experiencias que vivimos y que conservamos como un tesoro en nuestra memoria. Eramos felices pero no lo sabíamos y hoy, después de 30 años, sencillamente hemos disfrutado de un reencuentro maravilloso…porque la vida va..la vida nos lleva y nosotros disfrutamos de lo que nos encontramos en ella.