(Reflexión de urgencia cuando en la villavesa iva a la manifestación contra el genocidio de Palestina)
Son las 11:15 y la parada de Erripagaña está abarrotada. Llega la villavesa pero por venir a tope no abre la puerta de entrada y por atrás por donde sale una mujer, yo me cuelo con mucho esfuerzo. Las siguientes paradas de Erripagaña, todas abarrotadas de gente, la villavesa no para y las gentes se ven obligadas a subir a Pamplona andando. Observo a la gente en la villavesa que yo voy y predominan las camisetas, los pinks, chapas y pegatinas todo a favor de Palestina. Desde Burlada suben andando riadas y riadas de gentes y por las calles más rios de gente todos en la misma dirección y unidos por el artazgo del insoportable genocidio que tenemos que soportar por culpa de un estado terrorista y criminal de Israel y la de un millón de veces vergonzosa complicidad de los políticos sicópatas que gobiernan el mundo. Llega mi villavesa a la Ciudadela, nos bajamos todos y ya desde aquí nos sentimos unidos a un clamor mundial. Parad ya el genocidio! Basta ya! Estoy a punto de reunirme -con un nudo en la garganta- con mi gente en el comienzo de ésta gran manifestación de Pamplona formando parte de este sunami mundial contra la barbarie y la complicidad de los políticos europeos. Hoy siento que hay esperanza en la humanidad….
LA BÚSQUEDA DE LA VERDAD HA SIDO EN MI VIDA UN DEBATE CONSTANTE CON LAS PERSONAS QUE HE COMPARTIDO Y COMPARTO MI CAMINO. La vida me ha enseñado que la única verdad es la de que cada uno tiene la suya y además, la tiene que encontrar
Pero obviamente, la sociedad para poder funcionar se tiene que dotar de normas que éstas, si son de obligado cumplimiento para todos y quedando los agarraderos filosofico-religioso-ideológicos para la libre elección de cada uno.
Traigo aquí un material que aunque no es mío, si es un material valioso para construirnos.
Las personas que se manejan con «verdades absolutas» e inquebrantables presentan varios rasgos y riesgos característicos. Aquí hay una análisis de qué se puede decir al respecto, desde una perspectiva crítica pero comprensiva.
Características de quien opera con Verdades Absolutas:
1. Pensamiento Dogmático: Su creencia no está abierta a revisión, evidencia o debate. La verdad ya está establecida y es incuestionable. El marco de referencia es rígido.
2. Origen Externalizado de la Verdad: Su verdad absoluta typically viene de una fuente externa a la que otorgan autoridad total e incuestionable. Esto puede ser:
· Una interpretación literal de un texto religioso o ideológico.
· Una figura de autoridad (un líder, un gurú, un influencer).
· Una tradición cultural o familiar que nunca se pone en duda.
3. Mente Cerrada a la Incertidumbre: Tienen una baja tolerancia a la ambigüedad. El mundo complejo y gris les resulta caótico y amenazante. Las verdades absolutas les proporcionan un mapa simple y seguro para navegarlo, aunque el mapa esté equivocado.
4. Falta de Humildad Epistémica: No reconocen la limitación inherente del conocimiento humano. No admiten que podrían estar equivocados o que su perspectiva es solo una entre muchas.
Los Riesgos y Problemas de este Enfoque:
1. Imposibilidad del Diálogo: El diálogo productivo requiere la posibilidad de que ambas partes aprendan y modifiquen su posición. Si una persona parte de una verdad absoluta, el «diálogo» se convierte en un monólogo o en un intento de adoctrinamiento, no en un intercambio de ideas.
2. Intolerancia y Exclusion: Si tú tienes la verdad absoluta, aquellos que disienten no solo están equivocados, sino que pueden ser vistos como herejes, inmorales, engañados o enemigos. Esto es el caldo de cultivo para la discriminación y el conflicto.
3. Estancamiento Personal e Intellectual: El aprendizaje y el crecimiento requieren cuestionar lo establecido. Quien nunca cuestiona sus propias verdades se priva de la oportunidad de ampliar su comprensión del mundo.
4. Vulnerabilidad a la Manipulación: Este tipo de mentalidad es extremadamente susceptible a ser manipulada por líderes autoritarios o teorías de conspiración, que suelen presentar narrativas simples de «buenos vs. malos» y prometen certezas absolutas.
¿Cómo abordar o qué decir (o pensar) sobre esto?
No hay una fórmula mágica, pero estos enfoques pueden ayudar:
1. Empatía vs. Confrontación: En muchos casos, esta rigidez nace del miedo o de la necesidad de seguridad. Atacar frontalmente su verdad absoluta es atacar su identidad y su sentido de seguridad, por lo que se cerrarán aún más. Es más efectivo hacer preguntas curiosas que inviten a la reflexión, como: «¿Qué te hizo llegar a esa conclusión?», «¿Has considerado alguna vez otra perspectiva?».
2. Distinguir entre Hechos y Opiniones/creencias: Es útil señalar la diferencia entre:
· Hechos comprobables: «El agua hierve a 100°C al nivel del mar.» (Esto es verificable y falseable).
· Opiniones o creencias: «Esta es la única forma correcta de vivir.» (Esto es un juicio de valor, no un hecho).
3. Promover la Humildad Intellectual: Se puede hablar del valor de reconocer que no lo sabemos todo. Frases como «Yo también estuve seguro de cosas en el pasado que luego resultaron no ser así» o «El mundo es tan complejo que me siento más cómodo admitiendo que no tengo todas las respuestas» pueden modelar una postura diferente.
4. Elegir tus Batallas: Es agotador y a menudo infructuoso intentar razonar con alguien cuyo identity está ligado a no cambiar de idea. A veces, la estrategia más sabia es establecer un límite: «Respeto que tú tengas tu opinión, pero yo veo el mundo de otra manera. Prefiero no debatir esto».
Conclusión Final:
Las personas con verdades absolutas suelen buscar certidumbre en un mundo incierto. Sin embargo, confunden la fortaleza de una convicción con la veracidad de una idea.
Una persona sabia no es la que tiene más respuestas absolutas, sino la que es capaz de hacerse mejores preguntas, de convivir con la duda y de revisar sus propias creencias a la luz de nuevas evidencias y perspectivas. La verdad, en el sentido más práctico y humano, es menos un destino al que se llega y más una brújula que nos guía en la búsqueda constante de comprender mejor la realidad, a nosotros mismos y a los demás.