7 horas bajo la luna, Ujué 2002
Los hermanos Izco, hemos cumplido en esta edición de la romería, un viejo deseo. Bajar a Ujué durante la noche y por monte. El camino ya lo conocíamos por haber bajado durante diez años y de día pero siempre quisimos entrar a Ujué con los romeros de Tafalla y los pueblos de su merindad.
Salimos a las diez de la noche del pueblo de Monreal después de habernos comido una rica ensalada y una rica chuleta de ternera. Estábamos impacientes por adentrarnos en la noche y caminar bajo las estrellas. Estábamos también, preocupados por el barro que podríamos encontrar y los animales a los que podríamos molestar.
Echamos a andar y enseguida comprobamos que lo bueno que tiene el caminar de noche es, que ni se ven las cuestas que hay que subir, ni las distancias que quedan por recorrer. Era el cuerpo el que se resentía ante una cuesta que no veía.
Una brisa de aire, las estrellas mas cerca y al fondo los pueblos de la ribera Navarra encendidos y dormidos fueron nuestra recompensa a la montaña conquistada.
Era una noche oscura y todavía más oscura cuando entramos en el bosque cerrado pero, hay muchas cosas que se ven en la noche y nunca se ven de día.
Los gritos de ¡ VIVA LA VIRGEN! sonaban con fuerza por lo alto de la sierra de Leoz, por el Alto de Sabaizar y por todo el parque de Guerinda.
Una pista inesperada de más molinos nos quiso confundir en la noche pero, las estrellas que nuestra romería iluminaba nos señaló por donde el camino continuaba.
Estrellas, silencio, viento y multitud de luces rojas del inmenso parque de molinos de viento que a lo largo de todo el cresterio de una de las sierras mas largas de Navarra nos acompañaban. Una vez alcanzados los molinos, imágenes fantasmagóricas salían por entre sus alas. Como llamaradas rojas compitiendo con las estrellas en la noche.
Ujué estaba ya más cerca y a la noche poco le quedaba. Desde lo alto de la sierra a nuestros oídos llegaban las campanadas que alos romeros de los pueblos la romería convocaba.
Entramos en Ujué a las cinco y media de la madrugada y allá en la cruz del saludo, saludamos a los primeros peregrinos que de Tafalla venían. Recuperamos fuerzas con un bocadillo y templamos el cuerpo con buenos tragos de vino. Entramos en nuestro pueblo y a nuestra Virgen fuimos a darle gracias por la la noche tan estrellada.
A la misa de seis fuimos y cuando salimos, el viento y el agua anunciaban un día de mucho frío.
¡hasta el año que viene que por supuesto volveremos y por supuesto…¡ de madrugada !
(ésta carta fué publicada en los periodicos de Navarra explicando la experiencia que tuvimos caminando de noche a nuestro pueblo.)
Hola;
A continuación, paso a describir una experiencia vivida en la madrugada del domingo 28 de abril en el alto de Lerga.
Me llamo José Antonio Izco y junto con mis hermanos como todos años, la noche anterior a el día de la romería a Ujué salimos a las doce de la noche desde Monreal hacía nuestro pueblo con la idea de llegar a este a las ocho de la mañana. Nuestra ruta, subir a lo que se llama las tres mugas, las palomeras de Leoz para desde aquí y atravesando un bosque frondoso salir a la pista que viene de la sierra de Izco y caminar hacía el alto de Sabaizar. Subir el alto de Julio y por el parque de Guerinda salir al Alto de Olleta. Serían las cinco de la mañana cuando llegamos a este punto y desde aquí por la carretera, llegamos al alto de Lerga. Estábamos cruzando la carretera para coger la pista que nos llevaría hacía el monte Chucho cuando vimos en un lugar del cielo que podría ser justo encima de los montes que hay detrás de Lerga el siguiente fenómeno;
Apareció en el cielo una especie de cápsula color verde muy intenso con un metro mas o menos en su parte más ancha. A su alrededor, como un aura blanca. Cuando apareció, comenzó a caer hacia abajo dejando una estela y que se disolvía inmediatamente. Su caída, no era especialmente rápida y cuando parecía que se iba a estrellar contra el suelo, de repente desaparecío. Parecía que caía como por su propia inercia. Su recorrido habría sido tal vez unos mil metros pero difícil de cuantificar porque también era difícil de cuantificar la distancia que habría desde donde nosotros estábamos hasta el lugar donde se produjo este extraño fenómeno. En cualquier caso, no daba sensación de lejanía teniendo en cuenta además, que nosotros estábamos en un lugar alto y por tanto con mucha visibilidad de montes y pueblos lejanos. Mi impresión es que el fenómeno caía en unos montes ubicados detrás de Lerga. El fenómeno habría durado unos siete segundos y mientras lo veía, el primer pensamiento que me vino a la cabeza fué…Esto no es una estrella fugaz, no, no es una estrella fugaz. Yo, las estrellas fugaces las conozco bien por mis numerosas travesías por el Pirineo y por las noches de San Lorenzo.Nos quedamos completamente perplejos. Eran las 5:40 horas AM. Noche de luna llena, sin viento y buena temperatura. No dejo de preguntarme a que se ha debido este fenómeno. No puedo quitármelo de la cabeza.
Agradecería infinitamente que si tienen alguna explicación desde la perspectiva de los astros o cualquier otra, me la hicieran llegar.
José Antonio Izco